Que Julia Roberts es una de las actrices más profesionales de su generación nadie lo pone en duda. Pero su nivel de compromiso es tan grande que, en ocasiones, no ha dudado en sumergirse en ciertas comunidades para dar más realismo a sus personajes.
Este es el caso de Pretty Woman, una película que pese a haberse estrenado en 1990 se convirtió, muy posiblemente, en la obra cinematográfica más icónica del director Garry Marshall.
La cinta nos presenta a un ejecutivo que compra y vende empresas llamado Edward (Richard Gere). En un viaje de negocios a los Ángeles, nuestro protagonista contrata a una prostituta llamada Vivian (Julia Roberts) y le ofrece una gran suma de dinero para que pase toda la semana con él, acompañándole a diferentes actos sociales.
Este encuentro fortuito cambiará para siempre la vida de Vivian, quien nunca imaginó que se vería rodeada de las más altas clases sociales, con todo lo que ello conlleva.
Julia Roberts conviviendo con prostitutas
En los tiempos que corren y en nuestro país no hay nada más sencillo que encontrar, por ejemplo, anuncios de putas Malaga de Mil Eroticos. Pero si hablamos de finales de los 80s los encuentros con acompañantes en Estados Unidos no eran tan accesibles como ahora. Esto, sin embargo, no supuso un problema para la actriz Julia Roberts -quien entonces rondaba los 23 años- para hacerse un hueco en una comunidad de prostitutas con el fin de preparar su personaje en Pretty Woman.
Tras el fallecimiento del director de la película, su esposa, Bárbara Marshall, desveló que la actriz había hecho un gran trabajo previo de investigación para meterse en el papel de Vivian. De hecho, Bárbara (que en esa época ejercía como enfermera) le presentó a varias prostitutas que solían acudir a su consulta, algo que ayudó mucho a la propia Julia Roberts.
Según relató al medio Page Six: ”Garry nunca fue a visitarme a la clínica porque era hipocondríaco y temía contagiarse. Pero me preguntó si Julia podría venir y hablar con algunas de mis pacientes. Recluté a dos mujeres jóvenes que venían regularmente a la clínica y les pagué 35 dólares a cada una para que conocieran a Julia”, afirmó a dicho medio. “Volví al trabajo y veinte minutos después, Julia gritó desde el final del pasillo: ‘Adiós, Barbara. Vamos a dar una vuelta. Volveremos más tarde’”.
A partir de este punto Julia entabló una gran amistad con las prostitutas, y conviviendo con ellas le ayudaron a prepararse para uno de sus papeles más recordados. De hecho, su interpretación de Vivian en Pretty Woman le valió una nominación al Oscar.
El éxito de la película
Tal y como te adelantábamos al principio de este artículo, Pretty Woman está considerada por muchos como la película más icónica de Garry Marshall, quien también tuvo a sus espaldas cintas como Nada en común (1985), Novia a la Fuga (1999) o Princesa por Sorpresa (2001).
Tras 30 años la película sigue siendo un gran éxito por la gran química que existe entre sus protagonistas y por dar visibilida a un tema que a día de hoy todavía se considera un tabú. Además, muchos la consideran la adaptación moderna de un cuento que muchos espectadores ya conocían: La Cenicienta.